Y por fin llegó el 29 de agosto y se pudo celebrar la ansiada final. Comenzó Manuel López, conductor del acto, introduciendo la singularidad de esta final, retrasada cinco meses por la pandemia del COVID, así como el recuerdo a D. Ricardo García Sánchez, presidente del jurado tristemente desaparecido el pasado mes de abril. Tras ello, comenzó la proyección de un vídeo elaborado con datos del concurso y dedicado, igualmente, a la memoria de Ricardo.
Al acto acudió el alcalde D. Joaquín Villanova, que estuvo acompañado del Concejal de Cultura, D. Andrés García, la Concejala de Servicios Sociales y Área de la mujer, Dña. Mari Carmen Molina y la Concejala de Participación Ciudadana, Dña. Vanesa Sedeño. La técnica de Cultura, Dña. Toñi Cordero, también acudió al evento así como Antonio Solero.
En nombre de la peña estuvo el presidente, D. Antonio Donaire Luque, acompañado de toda su junta directiva. Y precisamente gracias a su lucha incansable se ha podido celebrar esta final, en la que ha puesto todo su empeño desde que se levantó el estado de confinamiento.
Comenzaron las actuaciones de cantaores. El tiempo era muy reducido, respetando la legislación vigente sobre ocio nocturno. El primero en actuar fue Francisco Heredia, de Linares, que eligió el cante por trilla para abrir la noche. Siguió por tientos, muy acompasados, y unas seguiriyas espectaculares. La segunda en subirse al escenario fue la única mujer finalista, la portorrealense Rocío Fantova, que continuó el cante por seguiriyas y cambio muy emocionantes para seguir por fandangos y rematar por bulerías con estilo camaronero y tintes de la Paquera, que dedicó al omnipresente Ricardo. Ambos fueron acompañados por la guitarra de Ismael Rueda, el guitarrista oficial de esta edición. El morilense Raúl Alcántara “El Troya” comenzó con una toná en la que se acordó de Tomás Pavón. Siguió por tangos con introducción libre del gran Juanito Villar para centrar su cante en tangos extremeños. Remató su actuación con unos fandangos en los que se acordó de Macandé. Estuvo acompañado de la guitarra de Juan Marín. Terminó la actuación con Antonio Hayas “El Jaro”, de Cañete de las Torres. Comenzó por granaínas y media dedicadas a Enrique Morente. La toná fue el segundo cante y terminó con una dulce vidalita. La guitarra de Antonio Migueles.
Un pase de modelos de la Agencia de Iraya Villalba con trajes de Verónica Núñez siguió amenizando la noche con espectaculares piezas de su colección “Flor de almendro”. Las modelos pasearon con garbo y elegancia propias de profesionales. Seguidamente se hizo un corto intermedio para continuar con el pase de modelos con trajes de Ada Gutiérrez de su colección “Tu locura”.
Pero sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la noche tendría lugar a continuación. Y es que, en ocasiones puntuales, la peña entrega la insignia de oro a personas especialmente relevantes y anoche se entregó a d. Ildefonso Espínola Arias, expresidente de la peña flamenca. Muy vinculado al tejido empresarial del municipio en los años sesenta y setenta en el antiguo Punto Industrial, pasó después a crear Tecosol, donde comenzó a acostumbrar a traer artistas invitados de corte flamenco. Vinculado a la peña desde que se domicilió en nuestro pueblo culminó su vida peñista presidiéndola en dos ocasiones consecutivas. Hombre con temple, educado y respetuoso, ayer Ilde, subió emocionado a recibir la insignia de manos del presidente d. Antonio Donaire Luque, que también dedicó unas palabras de agradecimiento a la labor de Ilde, un peñista, un amigo, un buen hombre.
Estaba aprobada en junta directiva entregarla a d. Francisco Acosta Roldán, pero por problemas de salud no pudo acudir a recibirla.
La deliberación del jurado, compuesto por Antonio Maldonado, Isaac Santana y María Donaire, dictaminó el orden de premios que, curiosamente, se obtuvieron según el orden de actuación. Sin embargo, al anunciar el cuarto premio, Antonio Hayas, no lo encajó bien y no acudió al escenario a recibirlo, aunque sí solicitó su premio económico posteriormente.
Raúl Alcántara también recibió el premio especial por malagueñas y el tercer premio. Rocío Fantova se quedó con un segundo premio y se hizo con el primero el de Linares: Francisco Heredia, que tiene una voz muy flamenca, llena de matices y con poderío.
La diosa Luisa Chicano puso el broche de oro a la brillante final, condicionada por el margen de tiempo en que teníamos. Luisa estuvo acompañada por Ramón Heredia al baile, Antonio Soto a la guitarra y el cante de Antonio Canito y Manuel de la Curra. Empezó Ramón por soleá y siguió por alegrías. Y luego apareció ella luciendo en negro vestido con remates dorados. Lo dicho, una diosa que se creció en el escenario… aunque sin tablao. Bailó una soleá, con aires de romance y finalizó por bulerías. Al final, se hicieron una pataita por bulerías, ya sin micro, y un cante a capella a petición del público.
Y así fue como se celebró la XL Final de un Concurso, todo un referente en el mundo del flamenco. Otro capítulo más escrito para nuestra peña.